María Zambrano (1904-1991)

Clarice Lispector y María Zambrano : el pensamiento poético de la creación

La lectura de este texto es un ejercicio de reconocimiento de semejanzas simbólicas, sentidos, sensaciones, emociones, pulsaciones, latidos, en donde se destaca en las dos protagonistas el contenido genético de sus producciones. Arquitectónicamente se consideran tres grandes momentos creadores, fragmentarios y a la vez unificadores: Creación, Revelación y Redención. Así se tejen y destejen diversos problemas del lenguaje, pero, sobre todo, se hace ver cómo en las dos visiones se extinguen las fronteras.

María Zambrano : nacer por sí misma

Para María Zambrano la filosofía era un desafío a la inercia de las cosas, a la inmovilidad de la realidad "de facto", una hazaña apasionada, movida por la fe en el poder del pensamiento y en su capacidad para disolver las rigideces de la existencia. Escribía sin tregua, incluso en los momentos más dramáticos, como si escribir fuera un modo de enfrentarse a los acontecimientos y de evitar que la sofocaran. Su obra filosófica es una reflexión rigurosa e infatigable sobre la vida, presenta la unidad de un organismo, no la de un sistema.