Literatura

Cristina Guzmán, profesora de idiomas

La necesidad de Carmen de Icaza de comunicar sus sentimientos, sus vivencias, sus impresiones comienza apenas sabía escribir. Aunque todos los personajes de sus obras están descritos con innegable destreza, son las protagonistas femeninas sobre las que recae el peso del relato, y las que marcan el espíritu de cada novela. Pues si bien las aventuras que corren son meros productos de la imaginación de su autora, ésta ha sabido, consciente o inconscientemente insuflar en ellas su propia personalidad.

A instancia de parte

Cuando Julián, finalmente se reúne con su amante en la habitación de un hotel, ésta le previene: Y ¿no habrá peligro para nosotros? Al fin y al cabo estamos haciendo la misma cosa por la que tu mujer ha sido condenada. La respuesta es la formulación completa del problema planteado por la novela: Pierde cuidado, las leyes son distintas para los hombres.

La indomable

Al inicio de la primera frase del libro, aparece un nombre, el de la protagonista: Vida. En él se define ya todo un horizonte cultural e ideológico. Se trata, sin lugar a dudas, de un patronímico libertario, que ubica a la recién nacida en una familia de raíces ácratas. Debe ser éste un apelativo muy querido por la autora ya que aparecerá en libros posteriores y, sobre todo, le será impuesto a la primera de sus hijas, años después.

Páginas