Discurso sobre la educación física y moral de las mujeres
Esta obra es un alarde de erudición, con el pretexto de hablar de la educación, en el que antiguos y modernos se dan la mano y en el que deliberadamente se entronca el humanismo español con las nuevas corrientes. Se trata de un texto contradictorio y lleno de claves en el que el pensamiento pedagógico de su época está muy bien reflejado, aunque resulta sorprendente, hacia 1790, su apuesta por la educación doméstica. Hace constantes alusiones a la política, a la urbanidad o a la civilidad, como comportamientos propios de sociedades modernas. Modernidad que queda subrayada por la atención que presta a la salud y los avances médicos y que contrasta con el temo que le produce el desorden.