En lugar de un estudio sobre el matriarcado y las relaciones familiares, Accati opta por la narrativa para exponer sus teorías. Una joven antropóloga pasa sus vacaciones en una confortable villa observando el trasiego de tres generaciones alrededor de una anciana matriarca, participa en la vida de esa tribu y recoge narraciones que aclaran los acontecimientos familiares desde puntos de vista distintos y a menudo contradictorios. Al final terminan por aparecer, a la antropóloga y al lector, los distintos rostros del poder y la supervivencia femenina.