El orden simbólico de la madre
Como destaca Luisa Muraro: "La sociedad patriarcal en la que se ha desarrollado la filosofía cuida el amor entre madre e hijo como su bien más precioso. Es el hogar donde arden los grandes deseos, la cocina de las empresas sublimes, la fábrica de la ley. Todo parece confluir allí. Si algo envidio a los hombres, y cómo no envidiarlo, es esta cultura del amor de la madre en que son criados. Ésta es el fundamento práctico, el germen vivo a partir del cual se desarrollan los discursos filosóficos." (...)