La cultura política escandinava se caracteriza por su gran compromiso con la igualdad social. Esto no ha conducido, de ninguna manera, a la igualdad entre mujeres y hombres, pero ha reducido las relativas diferencias entre ellos, más que en ninguna otra parte del mundo.
Durante la pasada década, las mujeres escandinavas ha realizado avances significativos en lo que se refiere al poder político, y están empezando a hacer notar su presencia en la mayoría de las áreas de la política del Estado de Bienestar. Los ensayos de este libro analizan algunos de los factores que han facilitado la entrada de las mujeres en la esfera pública, su participación en movimientos políticos y la incorporación de cuesitones femeninas a la agenda política.