Elementos para una educación no sexista : guía didáctica de la coeducación
La discriminación de la mujer está inscrita en todos y cada uno de los ámbitos de las relaciones sociales -privadas y públicas- como cristalización de factores socio-culturales. La adjudicación de roles en función del sexo y otras variables como la raza o la clase social a los que se pertenece, está profundamente enraizada en nuestra cultura. Además, los/las educadores/as no escapamos tampoco a esta norma y hemos interiorizado, como naturales, muchos comportamientos y lenguajes sexistas.
Suponer que la escuela puede escapar a esta realidad es una ingenuidad, cuando no mala fe. Creer que desde la escuela pueden cambiarse normas de conducta, jerarquización de valores, sentimientos... etc., es darle a la institución un valor de «motor de historia» que en realidad no tiene. La educación no sexista no debe ser la tarea de unos pocos, sino la responsabilidad de toda la comunidad. Una escuela que crezca con las raíces puestas en el medio en el que vive y la vista en la utopía puede, eso sí, colaborar en la gran tarea de conseguir una sociedad más justa y menos violenta en la que todos/as podamos ser más felices.