El desorden urbano y los retos medioambientales que conocemos no se perciben ni se ven de la misma manera en el Sur y en el Norte, por las mujeres y los hombres, por los poderosos y marginados. Un formidable auge está en curso, para tomar conciencia de lo que está en juego, de las injusticias y de los derechos. Los movimientos populares urbanos y de lucha por el medioambiente participan de la reflexión sobre los cambios de paradigmas de desarrollo que son urgentes y necesarios.
En los movimientos populares urbanos, la sensibilidad hacia el medioambiente representa a menudo un elemento movilizador, activador, en las luchas por una vida más digna (...)
La perspectiva de género da claves de lectura para comprender cómo las asimetrías femenino-masculino estructuran la percepción y la organización concreta de la vida social, y especialmente la representación y la utilización del medioambiente y del espacio urbano. Ella pide volcarse en la construcción de la feminidad y de la masculinidad en contextos diferentes, en el funcionamient ode unas instituciones y unas organizaciones estructuradas según las asimetrías femenino-masculino, en los cambios de las relaciones de poder entre hombres y mujer, en el poder entendido como constelación dispersa de relaciones desiguales y en el interior de estos procesos y estructuras, en las capacidades de acción de la persona como sujeto.