Intenta conseguir el amor de Dios
Conseguir el amor de Dios. Ese mismo fue el ideal realizado por su autor. Una vida metódica de oración y trabajo que dio pronto los mejores frutos sacerdotales y científicos.
Desde sus estudios en Roma, hasta su acción en Madrid, el espíritu de oración irradiaba en todo su ser. Lo que sentía íntimamente en la oración y durante la lectura espiritual, lo iba recogiendo en sus cuadernos de apuntes espirituales; que, sin quererlo, constituirían la mejor muestra de una "vida interior profunda", siempre en busca de la mayor santidad.
Y después de una vida sacerdotal plena y de treinta años dedicados a la curación de la tartamudez, muere en Madrid. Sobre su tumba aparece esta inscripción: "La santidad fue su ideal de sacerdote, todo caridad y ciencia, en su acción parroquial y en la curación de la tartamudez. Nuestro mejor recuerdo, imitarle".