Sor María de Santo Domingo, fallecida hacia 1524, contó con un gran poder espiritual en el contexto de la reforma que encabezó el cardenal Cisneros, y que se extendió por Castilla a lo largo de los siglos XV y XVI. Las palabras de esta terciaria dominica se recogieron en Libro de la oración de sor María, que permite considerarla creadora de literatura religiosa. Sus textos combinan la narración con elementos dramáticos y sugieren una recitación teatralizada e impactante, donde los gestos y los cambios de voces serían claves para comunicar su vivencia personal de lo sagrado.

La terciaria franciscana sor Juana de la Cruz (Numancia de la Sagra 1481 - Cubas 1534) se vincula a la corriente de reforma que se difundió en la Península a finales de la Edad media, y que influyó en los grandes místicos de la segunda mitad del XVI. Esta religiosa mística desarrolló un papel importante como teóloga, predicadora y consejera de personajes importantes de Castilla.

Hipòlita Roís de Liori, condesa de Palamós, se casó con el gobernador general de Catalunya, Lluís de Requesens, del cual enviudó al poco tiempo, heredando como usufructuaria uno de los grandes patrimonios de la nobleza catalana del siglo XVI. Su extensa correspondencia muestra una mujer de negocios, sin esconder por ello sus aspectos más ínitmos, como madre y abuela. Hipòlita es el modelo de la mujer viuda capaz de hacerse cargo de los negocios familiares con la misma destreza que un hombre, capaz de aconsejar y hacerse obedecer.