A la hora de pensar la ruralidad en las sociedades insdustriales avanzadas, y sobre todo analizar la situación de las mujeres rurales en relación al empleo, es obligado hacer referencia a procesos de cambio social que han transformado drásticamente en las últimas décadas tanto la posición de las áreas rurales en la sociedad global como las formas de participación e integración social de las mujeres en la misma.

Los estudios sobre la mujer ocupan un lugar cada vez más destacado en nuestra sociedad: los malos tratos, las situaciones flagrantes de desigualdad, las enormes dificultades para acceder a un empleo, la propensión a aumentar las tasas de paro, las dificultades para encontrar un trabajo de características similares al de los hombres, las importantes diferencias en la retribución salarial, son algunos de los aspectos que preocupan actualmente.

Las mujeres constituyen el colectivo donde, casi sin excepción, los problemas esbozados tienen una presencia más notoria y acusada y en el que los efectos indeseables concomitantes alcanzan una dimensión desproporcionada y desigual, tanto como las posibilidades y esperanzas de mejora. Es en esa perspectiva en la que cabe situar las referencias que enmarcan la realización del presente estudio.