Rosa Luxemburgo reivindicó una subjetividad positiva compatible con la militancia política y la crítica del idealismo. Su exaltación de la vida coexiste con la resistencia a embellecer la política que es el "lodo y sangre"; todo lo cual forma parte de su lucha, de su búsqueda, de su determinación para vivir y para asumir el compromiso en un mundo de decepciones, derrotas y permanentes conflictos.

Conocemos lo sprimeros años de la vida de Sonia Kovalévskaya a través de su novela Recuerdos de la infancia y sus años de madurez por la biografía que escribió su amiga Anne-Charlotte Leffler. Nació en Rusia en la segunda mitad del siglo XIX. El relato de su corta vida es fascinante. Realizó un matrimonio de conveniencia para salir de Rusia y poder estudiar, participó en la Comuna de París, se relacionó con escritores y científicos más importantes de su tiempo, su nombre ha quedado escrito en la historia de las Matemáticas con un teorema que lleva su nombre.

Rosalía de Castro (1837-1885), nació y murió en Galicia, amorosa e invariablemente evocada en su obra. Pertenece a una genealogía de escritoras que se enfrentaron, desde diversas formas literarias, a una situación personal y social que no las satisfacía. Sus versos son producto de una sensibilidad que entiene la pérdida, la duda, la soledad, son expresión de un ser constituido por la certeza de que vida y dolor son realidades inseparables, son el testimonio de la insólita autenticidad con que el temperamento artístico encara el hueco, tal vez sin remedio, que deja la falta de amor.