Cuando hablamos de violencia contra las mujeres solemos referirnos a su aspecto más evidente y brutal, la violencia física, las agresiones que dejan huellas visibles, violencia que resulta por lo tanto fácilmente identificable.

Por el contrario, la violencia psicológica, el maltrato emocional, resulta mucho más difícil de detectar, no sólo por el entorno de la víctima sino por la víctima misma.

Organizamos estas Jornadas, en primer lugar, con la voluntad de centrarnos en el poder que ejercen los medios de comunicación para difundir o erradicar la difusión de estereotipos. En segundo lugar, queremos discutir con los agentes de esos medios, aquí repesentados, dónde se localizan las barreras que están impidiendo una mayor visibilidad de las mujeres que están tomando decisiones en la sociedad y que, sin embargo, son expulsadas de los relatos de acontecimientos y de autorías de opinión o estereotipadas en estos textos.

La prostitución ha provocado a lo largo de la historia todo tipo de reacciones, desde rechazo a aceptación. Lejos de ser, en todo caso, como se ha repetido hasta la saciedad "el oficio más viejo del mundo", es lo cierto que se trata de un fenómeno sobre el que se ha dicho y escrito mucho y, sin embargo, consciente o inconscientemente, continúa existiendo un profundo desconocimiento.