Lidia Falcón nos ofrece en este ensayo una visión feminista, y por ello nueva, de los inmortales personajes femeninos del Quijote, y de los de siempre actuales temas del amor y de la sexualidad que se simbolizan en los arquetipos cervantinos. Una Dulcinea inexistente, creada por la fantasía del caballero que no la ama a ella sino a la aventura caballeresca. Teresa Panza y Aldonza Lorenzo que representan la sensatez y el sentido común encarnados en el hogar tradicional. El discurso feminista por excelencia que Cervantes pone en boca de su pastora Marcela y que se adelanta en 200 años a los primeros manifiestos por la liberación de la mujer. Las aventureras que Cervantes describe a su imagen y semejanza. "La pestilencia amorosa" que detesta don Quijote y que lleva a sus héroes y a sus heroínas a las más disparatadas situaciones, y la belleza, el amor cortés, la sexualidad y la tentación mágica, en ese siglo que fue el del inicio de la modernidad.