Violencia doméstica: su impacto en la salud física y mental de las mujeres
Durante siglos muchos religiosos, filósofos, moralistas y políticos afirmaron que la mujer era un ser inferior, tanto por voluntad divina como por imperativo natural, destinado a servir y obedecer al hombre. La mujer era la culpable de las desgracias del mundo desde su origen y para corroborarlo se invocaba a Eva, la responsable de que el hombre perdiera el Paraíso, o a Pandora, que según la mitología griega abrió por curiosidad la caja que guardaba todos los males. A lo largo de la historia se ha podido observar que la tradición establecía que las mujeres debían obediencia y sumisión al "cabeza" de familia (padre, esposo o hijo mayor) y que cualquier acto de desobediencia podía ser castigado con golpes, torturas, destierros e incluso la muerte. Este antiguo derecho de los hombres a castigar corporalmente a sus mujeres estuvo respaldado por la supuesta "inferioridad femenina", teorizada y defendida por grandes pensadores como, por ejemplo, Aristóteles.