Para que mujeres y hombres puedan disfrutar en igualdad de los mismos derechos sociales, ambos deben contar con las mismas oportunidades para acceder al mercado de trabajo y para permanecer en él, así mismo, la mujer debe alcanzar todas las condiciones de trabajo: retribuciones, formación, conciliación familiar y laboral, etc.

La integración plena de las mujeres en la sociedad pasa obligatoriamente por su incorporación al mundo del trabajo y de las empresas. En la actualidad existe unanimidad, tanto en el contexto internacional como nacional, sobre la importancia de la participación activa de las mujeres en la economía a través de la actividad laboral y empresarial. Algo está cambiando, la integración de las mujeres en la actividad laboral es un factor de modernización y de cohesión económica y social.

Las mujeres extremeñas han ido incorporándose al mercado laboral de forma paulatina, pero la sociedad y el Estado están siendo lentos en responder con los cambios necesarios. Para que no existan freno en la incorporación de las mujeres en el ámbito público, desequilibrio en las responsabilidades o sobrecarga de trabajo, es fundamental que exista un esfuerzo por democratizar la vida doméstica.