La vida de las mujeres españolas había cambiado notablemente en el siglo XVIII. Y si no podemos decir que el paso de un siglo a otro se produjo de una manera radical, tampoco lo hizo impercetiblemente. La dinastía borbónica abrió de par en par ulas puertas del país a Francia, qu epasó a ser así el eje en torno al cual comenzamos a movernos.
La figura de las "mujeres ilustradas", defensoras a ultranza de las nuevas ideas, se introdujo también entre nosotros y germinó en un grupo femenino que, por su posición social, trató de hacer valer su peso en tal empresa.

Conocer los espacios que ella habita y la disposición de su casa significa conocer su pensamiento. A lo largo de este libro, el lector se podrá adentrar en los escenarios físicos de la vida cotidiana de la mujer en el siglo XVIII, desde la habitación más humilde -sin olvidar el burdel- hasta las grandes mansiones, converitdas a finales de este siglo en auténticos palacios. Y puesto que los lugares en donde la mujer habita pueden considerarse verdaderos testigos de los cambios sociales, representan las diferentes formas que ella tiene de vivir.

Busca recuperar para nuestra memoria histórica el debate feminista que tuvo lugar en Francia durante el s. XVIII. El feminismo es un aspecto de la Ilustración muy poco conocido. Sus textos fundamentales han sido sepultados por la indiferencia de una cultura que los ignoró deliberadamente.