El año 1975 fue declarado por las Naciones Unidas como Año Internacional de la Mujer y con este motivo se celebró una gran Conferencia Internacional en México, que fue acompañada por infinidad de actos similares en todo el mundo. La autora asistió a la conferencia de Naciones Unidas y constató la escasez de consciencia e investigación sobre el trabajo no remunerado que realizan las mujeres dentro de los hogares.

Poco se sabe de las mujeres españolas que hicieron la Transición (nuestras Rebeldes ilustradas) mientras que se sabe mucho más de los hombres que la realizaron. Sin embargo, esta generación de mujeres hizo una doble transición: la 'política' y la 'personal'. Generación interesante en la Transición y en transición, por el gran cambio social que experimentaron en sus propias vidas: educadas en el más rancio patriarcalismo franquista y en un país pobre, y sin embargo ejerciendo hoy como mujeres profesionales de una sociedad avanzada y paritaria como es la española actual.

Este libro habla de la revolución femenina en la universidad. Cuenta las prácticas inventadas por mujeres que se han tomado la libertad de ser mujeres. Esto quiere decir que se han guiado por el deseo de sentirse en la universidad como en casa. Han preferido la relación, la amistad y el placer de enseñar y aprender al poder, la intriga, la competitividad o la codicia.

Como todo marino sabe, los iceberg se encuentran en determinadas latitudes, con climas fríos y aguas gélidas, y no en otras donde el clima es más templado y las aguas más cálidas. La metáfora del iceberg de la violencia familiar quiere subrayar el hecho de que la gran mayoría de víctimas son socialmente invisibles, se encuentran sumergidas y están ocultas tras la línea de flotación de su propio silencio y del silencio del entorno social que las rodea. Pero lo que un iceberg tolera peor son las aguas cálidas.